Se habla de la creación de contenidos por parte de las marcas pero todavía son pocos los ejemplos de cierta categoría que ven la luz.
Hoy, Albert Sans me ha dado una alegría al compartir este bello ejemplo:
http://www.tribute-to-the-mont-blanc.com/#/mountain/symbol
Un paseo libre por el Mont Blanc donde el usuario elige la ruta. Una experiencia curiosa donde no olvidas quien te la está proporcionando.
Hay mucha gente sorprendida por el hecho de que nueve equipos de futbol de primera división de la liga española no lleven publicidad en su camiseta.
En primer lugar hay que decir que colocar un logotipo en una camiseta no es publicidad, es patrocinio o esponsorización.
Si nos preguntamos por qué ocurre podemos entrar en la segunda cuestión. Porque no es eficaz. Ni más ni menos.
¿Alguien piensa que por poner la marca Kia en la camiseta del Atlético de Madrid se venden más Kias?
Sevilla, Villareal, Valencia, Atlético de Madrid o Zaragoza se han quedado sin ingresos por explotación de sus camisetas. Pero basicamente por falta de puntería. Y no de sus delanteros, sino de quien gestiona la comercialización de la marca de los clubs.
El patrocinio en las camisetas funcionaría si la marca anunciada tuviera repercusión directa aparente sobre el rendimiento de los jugadores o la actividad del equipo.
¿Recuerdas cuando el atrevido y modestísimo Numancia se plantó en el Camp Nou a jugar la copa del rey con la marca TAURITÓN en sus camisetas? Eso es puntería. Eso es buscar eficacia.
Y ahora podemos entender la tercera cuestión. Si el patrocinio es eficaz cuando la marca anunciada tiene repercusión creíble sobre la actividad del juego… Volvemos a lo de siempre ¿Qué pasa cuando siempre ganan los mismos?
(Busquemos el lado positivo ¿no son ya bastante feas las camisetas de los equipos de futbol como para encima llenarlas de logotipos de colorines?)
Aparentemente les separa una buena distancia ideológica pero ambos insisten en decir que su principal acción será la ayuda a la creación de empleo y de nuevas empresas, facilitando la labor a los emprendedores.
A parte de ese objetivo principal, tienen algo más en común. Ambos han estado en el gobierno. Ambos han ocupado cargos importantes durante años y sin embargo no han impedido que nuestro país exhiba datos como éstos:
– España ocupa el puesto 147 del ranking en ayudas a la creación de empresas (1).
– El nuestro es el tercer sistema tributario más complejo del mundo (1).
Si estás pensando en montar una empresa, móntala ya. No hace falta esperar a que tras las elecciones apliquen alguna medida de ayuda que nos haga subir tal vez al puesto 145.
Tal vez.
(1) Datos proporcionados por Barcelona Activa (agencia perteneciente al Ajuntament de Barcelona para la promoción del empleo, la innovación y la empresa).
Hace unos años, durante mis primeros días de mi breve etapa laboral madrileña, iba con un buen compañero buscando un restaurante para comer. Mejor dicho, buscando un sitio para aparcar el coche cerca del restaurante donde queríamos comer.
Me iba fijando en el nombre de las calles para dominar cuanto antes la ciudad y se me ocurrió decirle: «En Madrid habéis puesto nombres muy rebuscados a las calles». «¿Rebuscados? Para nada», me contestó mi amigo. Yo le dije: «Antonio, ¡estamos en la calle Torpedero Tucumán!».
El otro día, paseaba de nuevo por Madrid abrumado por los excesos de las Jornadas Mundiales de la Juventud que por casualidad coincidieron con mi estancia allí y me encontré con una calle que me recordó esa antigua conversación con mi amigo Antonio.
Sin comprender demasiado bien qué hacían en Madrid ese millón y pico de pelegrinos, el nombre de la calle habló por mí.
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