Comparaciones odiables

Uf! Supongo que ahora que está en horas bajas, zumbarle más a Zapatero es demasiado fácil y oportunista. Pero viendo la imagen casi metro-sexual del carismático Obama no puedo dejar de recordar la languidez de nuestro presidente (puñitos recogidos y zancada tímida) en sus minutos de gloria deportiva con Cameron.

Rajoy practicará ping-pong

– ¡Soraya! Hemos de comprar una mesa de ping-pong para practicar aquí, en Génova. ¡Ah! Y unas raquetas.

– Pero, Mariano, al ping-pong se juega con palas, no con raquetas.

Rajoy, viéndose presidente e imaginando una visita de Obama a Madrid, decide emular a Cameron. Por ello se pone a practicar tenis de mesa.

Falso pero verosímil. Y es que los políticos son así. Capaces de las cosas más absurdas e incapaces de reaccionar ante las más claras.

Ayer mismo, a Cospedal le preguntaron si ahora que iba a ser presidenta de la comunidad de Castilla-La Mancha dejaría el cargo de Secretaria General del Partido Popular.

Lo natural es contestar que iba a dedicar todo su esfuerzo y tiempo a la Comunidad que acaba de elegirla, pero en vez de eso contesta que la decisión la ponía en manos del partido y concretamente estaba a la espera de lo que dijera el jefe, Rajoy.

¿Eso es ser una secretaria general? ¿Eso es ser presidenta de una comunidad? ¿No puede tomar una decisión de ese calibre por sí sola? ¿Ese es el gran equipo que tiene preparado el partido popular para ejercer el poder?

En un arranque de genialidad, don Mariano debería ponerla también a practicar ping-pong por si acaso Barak y Michelle Obama deciden visitar Toledo.